Cuidado con los piojos, más vale prevenir

Consejos para prevenir piojos y detectarlos fácilmente

Aunque existen ciertos indicios y comportamientos que evidencian una posible infección de piojos, muchas veces pueden pasar desapercibidos por los padres. A continuación, os proporcionamos algunos consejos básicos para aprender a identificar piojos y prevenir su contagio entre los más pequeños del hogar.

Cómo son los piojos

Aunque esta pregunta puede resultar demasiado obvia, si nunca ha habido un brote de piojos en el hogar ni durante la infancia de los padres, es posible que éstos no estén familiarizados con la apariencia de los piojos, puesto que en su estado larvario pueden confundirse fácilmente con la caspa. En este punto, ante la más mínima sospecha sobre una posible infección de piojos, es recomendable buscar documentación en internet, mirar fotos y examinar minuciosamente el cabello de los niños en busca de estos escurridizos animalitos.

Realizar exámenes periódicos

En la primera etapa de la infección normalmente no se presentan síntomas como el típico rascado, pues es cuando los piojos han eclosionado del huevo que comienzan a circular por el cuello cabelludo alimentándose de sangre y es su mordisco lo que causa el picor.

Podemos anticiparnos a infecciones más profundas examinando periódicamente el cabello de los más pequeños. La recomendación general suele ser una vez por semana y es posible que los niños no se presten muy colaboradores a dejarse examinar, pues es tedioso y aburrido para ellos, pero debemos conseguir que colaboren con el objeto de evitarles más molestias en el futuro.

La forma correcta de examinar una cabeza es comprobar las raíces empezando siempre por la parte de atrás, poniendo especial atención en la zona de detrás de las orejas que suele ser la preferida por los piojos ya que concentran mayor cantidad de calor y sudor.

No compartir objetos personales susceptibles de contagio

El objetivo de este punto no es infundir miedo en los niños, sino explicarles racionalmente el porqué no deben compartir ciertos objetos personales susceptibles de contagio cómo pueden ser peines, gorros y accesorios para el pelo, entre otros.

Evitar juntar las cabezas

Hace tiempo que se ha desmentido el hecho de que los piojos pueden saltar de una cabeza a otra. No obstante, sí que podrían pasar de una cabeza a otra desde el cuero cabelludo de un niño a otro y por ese motivo, también debemos instruir a los más pequeños para que eviten juntar las cabezas con sus compañeros, especialmente mientras sepamos que el brote de piojos continúa activo.

Esterilizar los objetos personales

Este ritual debería formar parte de la rutina de limpieza en cualquier hogar, independientemente de que exista o no una infección por piojos. No está de más recordar que los piojos pueden vivir desde dos o tres días fuera del cuero cabelludo y muchas veces se concentran en los objetos personales como peines sábanas, colchas, fundas de almohada, ropa, etcétera y por ello debemos asegurarnos de desinfectarlos y esterilizarlos correctamente. De igual forma, si otros miembros de la familia han resultado contagiados, también deberán someterse a un proceso exhaustivo de limpieza todos los objetos que hubiesen entrado en contacto directa o indirectamente con el cuero cabelludo de cualquier miembro de la familia utilizando detergentes y jabones especializados a altas temperaturas.

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