Descansa de verdad

No basta con estar de vacaciones, hay que descansar

Los días previos a las vacaciones, duran más de 24 horas, se hacen eternos, miramos varias veces el reloj y lo creemos roto, porque las manecillas no avanzan.

Tras un año de trabajo no solo las merecemos, es que las necesitamos. Es una cuestión física y psíquica, tanto nuestro cuerpo como nuestra mente (está más) deben parar.

Las preocupaciones cotidianas, las prisas, la falta de horas de sueño, la tensión de cada día… Todo debe quedar aparcado durante unos días, en este caso la calidad del descanso es tan importante como la cantidad de días que tengamos para ello.

Dormir 8 horas será, sin duda, uno de nuestros propósitos. La importancia del sueño en ocasiones no es valorado como debería, y durante estos días de desconexión, se la vamos a dar. Procura acostarte con ropa cómoda, sobre todo pensando en las noches de calor. No dejes de usar el aire acondicionado o el ventilador, si lo necesitas, que nada te estropee el sueño.

-Intenta no hacer cenas copiosas; el té, la cafeína, el tabaco y el alcohol, deben ser controlados. Tu organismo te lo va a agradecer.

-Si te apetece una infusión relajante, puede ser una buena idea, ya que te ayudará a entrar antes en esa fase del sueño reparador que necesitas.

-Al abrir la ventana, aparece una maravillosa luz y en tu vida cotidiana a veces no puedes ni disfrutarla; hazlo ahora.

-Un buen desayuno, nada de café y a correr. Disfrútalo: leche, zumo, fruta, tostadas, cereales… y ya estamos listos para pasar un gran día.

-El ejercicio es buen compañero de viaje para nuestro descanso. Caminar un ratito por la playa o la montaña, incluso la ciudad, pero viviéndolo como algo distinto, mirando, respirando y sin prisa Si te gusta el yoga, pilates o algún deporte en concreto, practícalo. Es el momento de hacer lo que te apetece y lo que te hace sentir bien.

-Aprovecha para dejar el móvil en casa, es el momento de alejarlo de nosotros. El primer día resultara raro, tendremos sensación de vacío, pero después sentirás una sensación estupenda de libertad.

-Un tratamiento de belleza, esa limpieza de cutis pendiente… Tu piel también está de reposo y durante el año la has tenido un poco descuidada, date algún capricho.

-El sol puede ser una gran fuente de energía, no solo por lo bien que nos sienta el bronceado (siempre con protección), sino porque todo nuestro organismo se beneficiará de él. Nuestros huesos mejoran gracias a la cantidad de vitamina D: fortalece el sistema inmunológico, ayuda a regular la presión arterial, incluso a metabolizar mejor y a bajar los niveles de colesterol.

-No olvides durante estos días reír mucho; la risa libera endorfinas y combate el estrés y la depresión. En China la religión taoísta dice que una sonrisa asegura la salud, la felicidad y la longevidad, según ellos la salud es proporcional a las veces que ríes al día.

-Lee. Tu mente tiene que dejar de pensar en lo que lo hace diariamente. Huir de la rutina mental es vital para nuestro cerebro y su descanso; una lectura agradable tendrá toda nuestra concentración y disipará todo lo anterior. 

-Aprovecha para viajar, estar con los amigos, ver a esa familia que no puedes durante el resto del año. Disfruta de las cosas que has estado echando de menos durante 12 meses. Emprende ese propósito de Año Nuevo, que no conseguiste…

Haz todo aquello que te reporte satisfacción, son tus días, sacarles el máximo partido está en tu mano.

De la vuelta a la realidad y sus consecuencias ya hablaremos…

FELICES VACACIONES. 

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