Higiene íntima: cosas que debes saber

Entre los muchos cambios que sufre una mujer, a lo largo de su vida, hay algo que también varía, su evolución hormonal y la repercusión que tiene en su PH.

No siempre se encuentra en el mismo estado y por ello su comportamiento, en cuanto a la higiene y el cuidado, de sus zonas más íntimas, no es igual.

Desde la infancia, hay que adquirir hábitos de limpieza, que persistirán a lo largo de la vida. En las niñas pequeñas, se suelen dar trastornos por culpa del desconocimiento, un claro ejemplo es la vulvovaginitis infantil. Esta es una infección que aparece incluso en bebés, los síntomas: rojeces, escozor, picor y flujo de olor desagradable.

La infección proviene de bacterias, que se encuentran en las heces, llegan a la zona de la vagína, por limpiar de forma errónea. Esa es una de las primeras cosas que una niña debe aprender, la limpieza debe hacerse de delante, hacia atrás.

La vulvovaginitis, también pueden deberse a microorganismos en la flora vaginal, por eso los jabones o cremas deben ser de PH neutro, se ha de hacer cambio de pañal a menudo, usar braguitas de algodón y evitar el uso de esponjas.

Las adolescentes, ya deben tener esos patrones adquiridos, pero ahora toca sumar la llegada de la menstruación. El PH vaginal, pierde acidez durante estos días y además la zona genital está húmeda continuamente, con lo que puede ser común que aparezcan infecciones.

Durante la menstruación hay que extremar la higiene, el cambio de compresas o tampones, se tiene que hacer regularmente, aunque no se tenga demasiado sangrado. En el caso de usar tampones, aún hay que ser más precavida, no llevar más de 4 horas y por supuesto lavar las manos, antes y después de cada cambio.

También una educación sexual correcta, va a ser primordial para evitar problemas mayores, por supuesto el uso de preservativos, cobra una gran importancia en la prevención. Beber abundante agua y orinar, va a ayudar a la eliminación de gérmenes nocivos para la flora.

No es aconsejable abusar de desodorantes, ni productos de higiene íntima, ante cualquier malestar, hay que acudir al médico. En las embarazadas, la higiene pasa a ser fundamental, ya que en este momento de cambios máximos, la vagina es una parte muy vulnerable. Durante este estado de gestación, las defensas suelen bajar y en ese momento las infecciones, son más propensas a aparecer.

Lavar una vez al día, con agua corriente, no estancada y si se desea un jabón que no altere el PH. No se debe abusar de los lavados y deben ser externos, las duchas vaginales, favorecen a la pérdida de flora y la aparición de microorganismos. Los salvaslip y las compresas, hay que intentar evitarlas en la medida de lo posible.

La menopausia es otra etapa, distinta a las demás y por tanto los cuidados serán otros. Otro motivo por el que el PH se ve alterado, es esta etapa de la mujer, que de nuevo sufre alteraciones hormonales. Disminuye la secreción de flujo, se produce un adelgazamiento en la mucosa vaginal y se está más expuesta a infecciones.

Durante este tiempo, lavar un par de veces al día, con agua solo, sería lo más conveniente, aunque sí se usa un producto, de nuevo tiene que ser neutro. Si se produce sequedad vaginal, existen productos indicados para ello, que ayudarán en las relaciones sexuales.


El cuidado diario, nos ayudará a no tener problemas añadidos, a todo lo que conllevan los cambios, de una mujer.

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