Las vacaciones están a la vuelta de la esquina, si es que no estás ya disfrutándolas, y con ellas, las salidas, los baños en las piscinas y las playas, etc. El verano trae consigo enormes ventajas de ocio y diversión, pero también lo suele acompañar una serie de problemas. En el artículo de hoy vamos a analizar uno de ellos: la vaginitis y trataremos de dar respuesta al interrogante de por qué se produce un aumento de esta dolencia durante la época estival.
Bien, vayamos por partes. El verano se caracteriza por el calor y la humedad. Para combatirlo, muchas optamos por acudir a la piscina que, recordemos, está repleta de cloro para mantenerla en condiciones para el baño humano. La suma de calor y humedad, unido al cloro del agua de las piscinas y junto con el uso de bañadores y bikinis da como resultado las infecciones vaginales. Es por este motivo por el que este tipo de dolencias son mucho más recurrentes durante el verano. Y esto es así por varios motivos:
- Es posible encontrar este tipo de infecciones por el crecimiento exponencial de calor y humedad en la zona íntima. Esto es así porque nuestra zona sensible se encuentra generalmente a una temperatura superior respecto a la del resto del cuerpo; y durante el verano esta temperatura aumenta todavía más, generando como consecuencia un aumento de la sudoración que provoca, en gran medida, la aparición de olores e irritaciones. Para evitar estos desagradables síntomas y que deriven en una infección, es muy importante mantener una higiene correcta en esta zona tan sensible y conseguir, en la medida de nuestras posibilidades, mantenerla seca y sin humedad.
- Las infecciones vaginales también puedes venir asociadas como una consecuencia del cloro de las piscinas. Pero, ojo, esto no es una relación causa-efecto, es decir, el cloro no es un enemigo directo al que temer, lo que sucede es que este compuesto químico puede alterar nuestro ph natural pasando de un ph ácido a uno alcalino. En otras palabras, en nuestra zona íntima habitan unas bacterias que se encargan de mantener un ph correcto para que los hongos no comiencen a surgir; a este ph se le conoce como ácido y aleja a los hongos.
- También es posible que el ph natural se vea alterado por el uso incorrecto de jabones que no son adecuados para la zona íntima o incluso puede ser que una mala alimentación de como resultado una infección vaginal.
Así pues, una vez despejadas las dudas acerca de los motivos por los que puede aparecer una infección vaginal, pasamos a daros unas sencillas recomendaciones para prevenirlas:
- Usa jabón íntimo adecuado.
- No te pongas ropa ceñida frecuentemente y evita la licra.
- Trata de mantener esa zona seca y lo menos húmeda posible.
- Evita los lavados intravaginales porque son los causantes de la eliminación de parte de la flora vaginal; dicha flora la necesitamos porque actúa como un poderoso escudo protector.
- Cuando te laves esa zona, intenta tener las manos limpias ya que puedes transmitirte algún virus.
